Al hablar de dificultades en la lectura y escritura tenemos que distinguir entre aquellos/as
alumnos/as que manifiestan dificultades “específicas” en el aprendizaje de la lectura y la
escritura (dislexias y disgrafías evolutivas) y aquellos/as alumnos/as que tienen un retraso en la
lectura y la escritura.
¿Cuál es la diferencia?
Según Thomson (1992) la diferencia entre la dificultad específica del aprendizaje y el retraso es:
– Retraso: su origen puede ser debido a factores ambientales, intelectuales, físicos o psíquicos.
– Dislexias y disgrafías evolutivas (dificultades “específicas” en el aprendizaje de la lectura y
la escritura): hay presentes todas las condiciones necesarias para aprender a leer y a escribir
sin ningún problema, y sin embargo no lo consiguen.
¿Cuáles son las condiciones para considerar un retraso en la lectura o escritura?
- Una puntuación de CI superior a 90.
- Un retraso de entre año y medio-dos años en la lectura o escritura.
- No padecer ninguna enfermedad física o psíquica.
- Haber tenido las suficientes oportunidades educativas, sin absentismo escolar o cambios de colegio.
Es importante tener un diagnóstico diferencial en estos casos ya que el pronóstico en uno u otro caso varía, aunque los errores que realicen los/as alumnos/as sean muy similares en muchas ocasiones.